¡Ya está aquí!¡Ya llegó! Ya está aquí la octava de 'How I Met Your Mother'. Todos los fans indiscutibles de la serie estábamos
esperando la llegada de la ansiada temporada que bien podría
ser la última a espera de la negociación de una novena que, en mi humilde opinión,
no debería de llevarse a cabo. Pero en definitiva, esta octava temporada ha
sido enfocada como la última según las palabras de los propios creadores, y así
parece ser que lo han querido transmitir en el capítulo. La anterior nos dejó con un final extraño, una temporada con altibajos que sin embargo nos dejó grandes momentos como éste. ¿Vemos que nos depara este primer capítulo? ¡Vamos allá!
Así pues, la primera imagen ya es reveladora. Farhampton, palabra
que da nombre al capítulo y nos sitúa en una estación lluviosa, con Ted leyendo
en un banco. Como bien adivina la amable mujer que se sienta a su lado, éste
viene de una boda, más concretamente de la de Barney y Robin. Boda que no parece
haber salido demasiado bien (declaro que cómo se la carguen después de habernos
tenido en ascuas durante dos temporadas no respondo de mis actos). La pobre
mujer tiene la mala pata de preguntar que tal ha ido y Ted, con esa vena de
narrador empedernido, como si de Forrest Gump se tratase, comienza a contarle
la historia desde el principio, llevándonos al final de la temporada anterior,
con una Robin vestida de novia.
Una Robin que se confiesa incapaz
de seguir adelante con la boda. En ese momento todas mis alarmas interiores se
disparan. Un segundo antes veíamos a Barney intentando tirarse por la ventana,
impedido por Marshal y Lily. La pregunta es: ¿es tan previsible que dos
personas como Barney y Robin, con miedo al compromiso actúen así? Dindindin la
respuesta es SI. Por ello Robin se plantea huir también por la ventana, por donde
CASUALMENTE Victoria escapó para reunirse con Ted. Y esto, como no, nos retorna
a mayo de 2012.
Por una parte, Marshal y Lily están
más contentos que unas castañuelas con su bebé aunque esto les impida dormir
hasta el límite de ver a simpáticos submarinistas por doquier. Debo decir, que la
pareja siempre ha sido una parte esencial de la serie, pero desde hace tiempo
sus tramas han perdido fuerza hasta el punto de rozar el aburrimiento. Espero
que en esta temporada les den más fuelle y tramas interesantes que no se
reduzcan a la complicación del cambio de pañales.
Después están Barney y Quinn, con
su compromiso, y Robin más camionera que nunca. La Scherbatsky no parece estar
pasando por su mejor momento al principio. Claro que después nos enteramos de
que está saliendo con el maromazo de Michael Trucco (Nick en la serie) y nos
despreocupamos. Pero todos sabemos como va a acabar la cosa y aquí viene el
conflicto. Quinn decide que las mejores candidatas a ser sus damas de honor son
Robin y Lily. La primera se siente incómoda por haber tenido una relación
previa con Barney y entonces…¡booom! Quinn no sabe nada, como era de esperar. Barney
claramente no parece darle importancia y le enseña a Robin como ha conseguido
borrar toda su historia con las maravillas del Photoshop, entre lo que se
incluye un viaje en carro con un tigre (¿he dicho ya lo grande que es Barney?).
Y, como no podría ser de otra manera, Quinn acaba enterándose (de mano de unos
delirantes Marshal y Lily), situación que da pie a una de las mejores escenas
de la serie: toda ‘How I Met Your Mother’ perfectamente resumida en 1 minuto. ¡AWESOME!
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Michael Trucco y sus atributos |
Hacia el final descubrimos que Barney no sólo no ha olvidado todo lo vivido con la Canadiense, si no que guarda todos sus recuerdos en un trastero.
Finalmente, vayamos con la trama
principal. En el final de la séptima, Nos dejaban con Ted y Victoria yendo
hacia el horizonte. Todos sabíamos que ella no era la mother, por lo que de algún
modo no podía haber final feliz. ¿El detonante? La conciencia de Ted, ese
pequeño Pepito Grillo que le atormenta al enterarse de que Victoria no le ha
dejado ni una triste nota de cortesía al abandonado novio. Después de su experiencia
con Stella, se ve en la obligación de enmendar ese error. Cual es su sorpresa
(y la mía) al ver que el novio salta por la ventana con intención de no casarse
(dejando nota de cortesía por supuesto). Ted, que ve la oportunidad de su vida,
decide cargarle todo el muerto al novio y dejar a Victoria como la novia
desconsolada ante el abandono. Muy bueno el momento ‘What? No, Klaus, no’ mientras moja la carta como si de lágrimas se
tratase.
Ted no puede resistirse y va a la
estación (¿adivináis cual?) Farhampton, donde está Klaus. Ted le pregunta
porque ha decidido dejar a Victoria, lo que da pie a una conversación inglés/alemán impagable (¿no os parece lebenslangerschicksalsschatz la palabra más bonita del mundo?). La cuestión es que Klaus no considera
a Victoria como lo más preciado en su vida, si no como casi esa cosa. Es un
sentimiento que no se consigue con el tiempo, sino instantáneamente. Él espera
encontrar su lebenslangerschicksalsschatz algún día y estas palabras hacen mella en Ted.
Entonces…el Ted del futuro nos lleva hasta el
principio del capítulo, a ritmo de The Funeral y nos regala el momento
definitivo del capítulo. Una mujer se baja de un taxi, coge su guitarra y se
para a pocos metros de Ted…sujetando un paraguas amarillo. Es el momento de
respirar y volver del sueño, el capítulo ha acabado y hemos saboreado el
principio del fin, a la madre.