martes, 23 de octubre de 2012

American Horror Story: Asylum -2x01: Welcome To Briarcliff


American Horror Story ha vuelto y ya podemos decir que esta temporada bien podría no solo igualar la primera, si no incluso superarla. Un capítulo que te engancha desde el minuto uno, creando una nueva atmósfera mucho más terrorífica que la casa de la primera etapa. De momento ya ha sido todo un récord en la audiencia de la cadena y a mi me ha convencido por completo.

Sabíamos que la tónica de terror iba a ser el psicológico y lo está cumpliendo a rajatabla. También se aprecia que continúa con su misma esencia, mezclando épocas pasadas con futuras, esa forma de mostrarnos las imágenes, toda la confusión, las incógnitas que crean. Puro arte. Pero, ¿qué historia nos ofrece está temporada?.



La historia se va creando a partir de la de los personajes. Esta vez han optado por comenzar mostrándonos un flashforward en la actualidad. Los protagonistas son una pareja de recién casados que, lejos de hacer la luna de miel convencional, deciden pasar un poco de tiempo en un antigua institución mental abandonada, con algún que otro coito de por medio. Claro que ellos, sin saber a los peligros a los que están expuestos deciden mirar dentro de una de las celdas. Lo que hay dentro es todavía un misterio, pero no es precisamente pacífico ya que no duda en arrancarle de cuajo el brazo a Adam Levine, digo, Leo. Pero su historia no acaba aquí porque durante el capítulo podemos ir viendo pequeños fragmentos. Mientras Leo se debate entre la vida y la muerte, su mujer toma el camino menos indicado en busca de ayuda: los túneles. Directamente a la boca del lobo, o de Bloody Face, en este caso. Que tela con el asesino, da más grima que el 'Infantata' de la temporada anterior.

De él precisamente voy a hablar ahora. Nos encontramos en el año 1964, en el que Kit Walker, un mecánico, se ve obligado a ocultar a todo el mundo que se ha casado con una mujer negra. Claro que los rumores ya corren por todos lados y no es nada fácil sobrellevar la situación con todos los tabúes que suponían en esa época este tipo de parejas. Pero no son precisamente humanos los que los separan. Aquí es donde empieza lo raro. No sabemos muy bien que es lo que pasa, pero una luz cegadora lo pone todo patas arriba, y nunca mejor dicho. Kit busca a Alma desesperadamente, pero no solo no la encuentra, si no que ese algo tiene como un magnetismo que deja a Kit pegado al techo por unos segundos. Lo siguiente que sabemos de él es  que se dirige a la institución mental como un asesino en serie culpable no solo de decapitar a su mujer, si no a otras dos mujeres. Además es apodado como Bloody Face. Aquí lo tenemos, a nuestro supuesto futuro asesino. Claro que, yo no me creo que sea el mismo. Puede ser que se vuelva loco del todo después de estar en semejante sitio, pero las cosas no son lo que parecen. Y ahí precisamente está la gracia. En que todo puede dar un giro de tuerca. Aún quedan muchos misterios sobre este chico, como esa especie de chip-araña que nos deja descolocados, o que pasó en realidad con los 'hombrecillos verdes'. De él y de esa chica, Grace, que se empeña en ayudarlo y a la que acusan de matar a su familia.

Por otro lado tengo claro que una de las que se encargará de sacarlo todo a la luz es la periodista Lana 'Banana' Winters.  No entrará con buen pie desde el principio, y esa será su perdición. Sus ansias por saber los entresijos de la institución la llevarán a implicarse más de la cuenta, hasta el punto de entrar a escondidas. Pero su incursión acabará cuando se encuentre con la misma puerta que Leo y Teresa, y por tanto, con la misma criatura. Ningún miembro será amputado esta vez, pero algo mucho peor estará destinado para ella. Ser una de las pacientes de la institución. Otro tema tabú y tratado como enfermedad por aquel entonces era la homosexualidad, y nuestra reportera es lesbiana y con novia, que se ve obligada a aceptar el ingreso para no ser repudiada por la sociedad. Este personaje será de armas tomas y le va a dar a la Hermana Jude más de un disgusto.


Finalmente, tenemos a los dirigentes de la institución mental. La Hermana Jude es a mi entender la que más trasfondo tiene. Por un lado, tiene una fase oscura y cruel en lo referente a los enfermos, como lo demuestra con Kit y Lana. Piensa que la única forma de purificar las almas de todos esos enfermos es a través de Dios, las únicas reglas que se deben atacar. Esto nos lleva a su siguiente fase: el odio hacia la ciencia. Su aferramiento a Dios la hace mantener un eterno enfrentamiento con el Dr Arthur Arden, científico nada de fiar que tiene mucho que esconder y más a la Hermana Jude. Este usa la tortura y el asesinato para descubrir el secreto de la locura que cree que se esconde en el cerebro humano. Pero seguro que ahí no queda la cosa, y la hermana sabe perfectamente que está matando a sus pacientes por algo más oscuro y no parará hasta descubrirlo.


Pero el doctor lo tiene todo muy bien atado y una cómplice, la Hermana Mary Eunice. Tampoco es que sepa lo que está haciendo, pero si se encarga de llevarles 'comida' a unos seres que habitan el bosque. Solo falta el último escalón, el personaje que a mi parecer lleva todos los hilos de la institución. Estoy completamente segura que sabe lo que se trae entre manos el Dr Arthur Arden. Bueno, eso, y todo en general. Hablo del Monseñor Timothy Howard, un hombre en apariencia calmada, que parece ser un puente entre ciencia y religión. Al menos a la Hermana Jude le trae de cabeza. Y aquí es cuando vemos su tercera fase, la prohibida, la del pecado. La Hermana Jude esconde mucho debajo de esa sotana, más concretamente un camisón rojo bastante provocador que no duda en ponerse durante una cena con el Monseñor. Además no escatima en fantasear con un posible revolcón, que para su desgracia no tiene pinta de poder ocurrir nunca. Creo que quizás por eso le tiene tanta tirria a Shelly, la ninfómana, por toda la lujuria que tiene ella en su interior.


En definitiva, un muy buen principio de temporada, con unos personajes totalmente distintos a los de la primera temporada. Me gusta que, a pesar de ser los mismos actores, no se encuentre en ellos un atisbo de los personajes anteriores. No ves en ellos nada de lo anterior, ni los echas de menos. Te enganchas a sus nuevas personalidades. Definitivamente esta temporada va a ser muy buena y el siguiente capítulo promete. 





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