Glee es una serie que entró convirtiéndose en una serie de culto, que reunía a un grupo de jóvenes de lo más atípico con un mismo fin: cantar. Al menos el grupo original. Después se le fueron sumando integrantes que pese a estar allí con fines no muy nobles, con el tiempo fueron compartiendo ese sueño y se hicieron hueco en la gran familia que era el Glee Club. Por el camino se fue uniendo gente que acabó por convertirse en indispensable. Tardamos tres temporadas en ver al grupo completamente unido y lo mismo para ganar los ansiados Nacionales. Una generación que nos ha marcado y que debería acabar (o al menos en parte) en la tercera temporada. Pues bien, después de idas y venidas sobre si se iba a renovar por completo el cast o no, al final tenemos una de cal y otra de arena. Mi veredicto es que ha mejorado. Pero vamos a lo que nos ocupa, a comentar los dos primeros capítulos de la cuarta temporada.
Comenzamos nuestra andadura con Rachel. La estrella del Glee Club ya no lo es tanto en Nueva York y su nueva profesora de baile Cassandra July es la encargada de dejárselo claro desde el minuto uno. La profesora no la traga y se lo demuestra dándole un veredicto muy directo: 'you suck'. Para más inri Rachel le recuerda en un momento de lo más inoportuno (si es que hay alguno oportuno para decir eso) que su aliento no hace más que oler a alcohol. Un granito más de arena para la profesora, que se marca un mashup a lo 'Americano/Dance again' para callar bocas. Parece que no todo va a ser un camino de rosas para la señorita Berry. Pero como siempre queda un resquicio, que menos que conocer al maromo de turno llamado Brody Weston. Alumno de tercer curso de NYADA de muy buen ver y que comparte un ritual de higiene con la susodicha. No hace falta decir que este hombre se meterá en el corazón de Rachel y le tocará competir con Finn. Otro problema que tiene Rachel es lo infinitamente sola que se siente en Nueva York. Entonces descubrimos que Kurt sigue en Lima nada más y nada menos que de camarero. Un futuro muy distinto del que se imaginaba todo el mundo y menos él. Esto, que bien se lo sabe Blaine, lo intenta convencer de que su camino no está en esa ciudad y que hay vida más allá de un rechazo de NYADA. Y como no...lo consigue. Al fin y al cabo, ¿qué es Nueva York sin Kurt y Rachel?.
Pero, ¿y los que se quedan? Muchos de los integrantes de Glee se graduaron el año pasado, pero un buen puñado de ellos continúa en el McKinley High. Y que sorpresa al encontrarnos con su nuevo estatus. Resulta que se han convertido en los populares del instituto. Lejos quedan los tiempos de los refrescos en la cara. Pero la cuestión es que Rachel se ha ido y el club necesita una nueva estrella. Puesto por el que pelean con uñas y dientes al ritmo de 'Call Me Maybe'. El encargado de decidir quien será el afortunado no es otro que Artie, que después de asistir a semejante actuación decide que el más indicado para el puesto es Blaine. Debo decir que me he alegrado de que Unique se haya unido al coro, porque es un personaje que me encanta. El comentario de Brittany ' Oh, bonito corte de pelo Mercedes, pensé que te habías graduado' me ha recordado a su más pura esencia inocente.
Y aquí llegan los nuevos. Unique no necesita ningún tipo de audición después de quedar como mejor solista de las Nationals, pero el Glee Club necesita nuevos integrantes. La primera en subirse al carro es Marley. La chica nos deleira con una canción (cantada desde el otro extremo con Rachel) de Barbra Streisand llamada 'New York State of Mind'. Supongo que no han podido elegir otra canción más adecuada para la que, con perdón de Blaine, será la nueva Rachel. Igual me equivoco, igual me precipito, igual me tienen que colgar, pero acabará siéndolo. Al menos a mi me gusta leches. Y por otra parte tenemos a Jake. El chico, no os voy a engañar, me ha ganado el corazón, y no solo a mi, porque ya se ha llevado de calle a Sugar y a Unique. Pero comparte sangre con el incombustible Puck y su temperamento le arruina una audición impidiéndole terminar su 'Never Say Never' (confieso que al ver el título pensé que era la de Justin Bieber y casi me da un algo, menos mal que no).
Estando todos debidamente presentados y con un capítulo aceptable para la nueva etapa, llegamos al segundo capítulo. Títulado 'Britney 2.0' lo cierto es que no deja demasiado lugar a la imaginación.
Así pues volvamos a repasar primero la trama de Rachel, que esta vez ya no está sola, sino acompañada de Kurt. Los amigos se han ido a vivir al mismo apartamento y comparten confidencias. Kurt sigue teniendo en la cabeza su audición con NYADA pero ha decidido no esperar a tener mejor suerte: trabajará para Vogue.com. Olé por ti Kurt. Eso es sacarse las castañas del fuego. Me alegro mucho la verdad porque Kurt siempre me ha parecido un gran personaje pero, pese a ser un gran cantante, no le veía precisamente tomando ese camino. Este le va más y cuando se junte con la Parker mucho más todavía. Pero bueno, eso ya se hablará que me ando por las ramas. Por su lado Rachel está desesperada con su profesora que no hace más que amargarle la existencia. Pero no todo es oro lo que reluce y la profe también tiene su pasado oscuro. Este no es otro que la loca de Broadway, escena impagable en la que se se le va la olla y agrede a un hombre por sonarle el teléfono en medio de una actuación. La mujer está un poco de amargada desde entonces y lo paga con sus alumnos. De hecho, acusa a Rachel de ser poco sensual para bailar el tango. Pero esta contraataca con 'Oops I Did It Again' de la mano de Brody (abro paréntesis para decir que a este actor ya lo caté en Terra Nova y allí no había por donde cogerlo por lo que me alegro y mucho, del cambio) La cuestión es que a Rachel le sale bien la jugada y al final puede bailar su ansiado tango.
Ahora volvemos al McKinley donde Brittany está en un pozo sin fondo. Lo primero es que la han echado de las animadoras. De verdad que me alegro de que le saquen partido a Brittany con sus tonterías como el examen y las letras de cada color. La pobre no tiene mucho seso y Sue Sylvester no tiene otro remedio que echarla. Por cierto, Sue ha vuelto con bebé bajo el brazo y espero que ahora que ya no tiene las hormonas revolucionadas vuelva a ser la de antes. Volviendo al tema, Brittany también está triste por la ausencia de Santana ¡a la que por fin vemos! Aunque solo son unos minutos. Es uno de los personajes que más evolucionó desde el principio y el que más me acabó gustando. De ella podemos saber que al fin aceptó ir a la universidad. Me gustaría que hubiese ido a Nueva York. Sus conversaciones con Rachel y Kurt habrían sido verdaderamente buenas. Pero no es así y Brittany se hunde. Está es la tónica que sigue durante el capítulo y que la lleva a hacer playback en una actuación. Como no, se descubre el pastel y Will se encarga de echarle una buena reprimenda. Pero,¡sorpresa! lo que no sabíamos es que Brittany es toda una estratega y que se ha desmejorado tanto únicamente para volver de una forma triunfal...al más puro estilo Britney Spears. Y lo hace, y tanto que lo hace.
Por último vayamos a los que sin duda serán los nuevos Rachel y Finn. A su estilo claro. Claro que, en mi humilde opinión, Jake entra más en el perfil de guaperas que Finn. La cosa que Marley ha puesto sus ojos en el hermano de Puck, pero la maravillosa Unique se encarga de bajarle de las nuves y le hace ver la realidad: Jake es todo un mujeriego. Y así lo demuestran cantando 'Womanizer' en su honor. Ais, pero parece que Jake también se ha fijado en la chica y ésta como no pica el anzuelo (y quien no). Su encuentro en las gradas tiene tensión sexual latente mientras cantan 'Crazy/U Drive Me Crazy'. Pero recordemos que es un mujeriego. Al final le rompe el corazón a la pobre Marley cuando la nueva animadora que Kitty (un nombre de gato precioso) le revela que están saliendo. Esta nueva villana adivino que no tardará en meterse en el Glee Club (aunque espero que no) porque me parece una mezcla entre Quinn y Santana en sus tiempos mozos. En definitiva, Jake se une al coro, en parte gracias a la ayuda de su medio hermano que hace acto de presencia para hacerle entrar en razón.
Estos son los primeros dos capítulos de la temporada. Se que el tercero ya se ha emitido pero hacer repaso de tres episodios a la vez me parecía demasiada condensación así que lo uniré al cuarto episodio que se emite este jueves.
Esta temporada promete traernos buenos momentos y espero que la renovación de personajes le traiga ese aire fresco que hace tiempo que perdió. Además las tramas en Nueva York le aportan madurez a la serie y en mi opinión están haciendo un buen trabajo. Estoy desando ver que ha sido de las vidas de Quinn y Mercedes. Por suerte, aún nos queda mucho camino por recorrer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario