Llega Halloween y con él una pila de capítulos basados en esta festividad típica americana. Siempre he envidiado el Halloween americano, con esas casas decoradas, las calabazas, los caramelos, los disfraces. Todo ese espíritu es el que nos ha enseñado esta semana el nuevo capítulo de Modern Family. Un capítulo que lejos de dar miedo ha dado más de una risa, exceptuando a Phil, que es el único que se podría decir que ha tenido en sus carnes lo que es el verdadero terror.
Con él voy a empezar este repaso, porque ya sabemos que el que se pone chulo, es el que más tiene que lamentar, y Phil de chulo va sobrado. Comete el enorme error de acusar a su mujer de no dar ningún miedo. Acusación equivocado, señor Dunphy, el infarto de un hombre lo corrobora. El año pasado Claire se pasó de la raya sacándose un corazón al más puro estilo "Alien", algo que a Phil le parece un susto insignificante. Phil siempre metiendo la pata, no sabe que acaba de meterse en un jardín sin salida. Aprovechando que tiene que Phil tiene que intentar vender una casa (por medio de sobornos a los niños, un genio en ventas) Claire encuentra la escena perfecta para asustar a su valiente marido. Y lo consigue, vaya si lo consigue. Pero de una forma muy sutil, poco a poco, cuidada. La verdad es que las escenas en que la enfocaban por detrás tenían su punto tétrico. Phil no se huele la cosa hasta que empieza ve el vaston de Claire. Se podría decir que aquí acaba todo, que la ha descubierto, pero nanai, acaba de empezar. Muy bueno el momento en el que Phil se desespera porque su mujer no le haga una emboscada en pleno intento de venta. El pobre hombre sale del paso como puede y está al borde del colapso cuando recibe la llamada de Claire. Su mujer aparentemente está en casa, con los niños. Y ahí es cuando Phil se asusta de verdad. El susto era predecible, pero solo por ver el casi-infarto de Phil valía la pena.
Por otro lado tenemos a los Pritchett-Delgado, que no necesitan disfraces ni sustos para vivir en un ambiente de puro terror. Con Gloria embarazada se bastan y se sobran. La colombiana está susceptible a más no poder. Perseguir a dos chavales al grito de "Mataré todo lo que améis" lo corrobora. Hago un apunte personal y ajeno para decir que esta serie se debe ver en inglés subtitulada, no tanto por los otros personajes, pero imprescindible por Gloria. En serio, la esencia del personaje se pierde con el doblaje y los gritos de esta mujer merecen ser visto en versión original. Ale, ya lo he dicho, cierro paréntesis. La cuestión es que Jay ya no sabe que hacer con ella y menos cuando vuelve a salir detrás de los mismos chicos en la fiesta de Cam y Mitchell.
Y de ellos toca hablar ahora. El ser una pareja gay con una hija, les hace darse cuenta de que en el futuro tendrán que afrontar todas las preguntas que les hará Lily acerca de su madre. Algo que, en teoría, tienen pactado contarle juntos y con la verdad por delante. Pero como en esta familia nunca salen las cosas a derechas a Mitchell se le escapa una pequeña mentirijilla: que la madre de Lily es una princesa. Por eso la niña se empeña cada año en disfrazarse de princesa. Mitchell, que ve que en cualquier momento Cam va a enterarse y matarlo por ello, intenta que Lily no se vaya de la lengua. Aunque Cam tiene sus propios problemas. Orgulloso de haber perdido peso, está dispuesto a ponerse un trajede luces para marcar tipín. Pero por error mandan el disfraz de toro en su talla y el de torero en la de Cam. Una desgracia que no gusta nada a Cam, que esta indignado con que nadie note su perdida de peso. Claro que, por muy distraído que esté, acaba enterándose de lo de Lily. Afortunadamente está pareja no es perfecta, y no es Cam el único que cuenta alguna mentira. El tema de los pajaros que mueren con las mentiras iguala la situación, y deciden contarle al fin a Lily donde está su verdadera madre. Enternecedor momento para una de las mejores parejas de la serie. Me encantaría que al final de la temporada pudieran adoptar otro bebé al fin.
Del resto de la fiesta no hay mucho que comentar, excepto que Jay liga con un travesti (sin saberlo claro). Hecho que hace crecer su hombría. Pobre Jay...
En definitiva, ha sido un capítulo bueno, sin llegar a brillante, que ha hecho reír, que al fin y a cabo, es de lo que se trata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario