"The Vampire Diares" comenzó como una serie para adolescentes. El rollo amor entre vampiro-humano era muy Crepúsculo y más todavía si en la historia había un tercero en discordia: Damon. Pero poco a poco se fue alejando de esa tónica adolescente y sus tramas se fueron haciendo más maduras a partir de la segunda temporada. Lo cierto es que me enganché a esta serie tarde, cuando estaba a punto de empezar su tercera temporada, y fue precisamente a partir de esta que acabé de cercionarme de la madurez que había tomado la serie. A ver, no nos engañemos, el tema amor sigue ahí y a día de hoy Elena todavía no se ha decidido entre Damon o Stefan, aunque pareciera que si. Pero la tercera temporada dejó un poco de lado ese tema y se centró en los Originales. Estos eran los primeros vampiros que existieron y por tanto, los responsables de toda la especie vampira del mundo. Grandes personajes que continúan en esta cuarta temporada y que gracias a ellos la anterior consiguió tener muy buenas tramas. A mi al menos en más de uno me produjo más suspense y emoción que otras series de otro género. Y con suspense se acabó la tercera temporada. Teníamos a Klaus ocupando el cuerpo de Tyler y a Elena en puertas de convertirse en vampiro. ¿Volvemos a Mystic Falls?
Elena despierta después de 'revivir' y se da cuenta de que tiene dos opciones: convertirse en vampiro, justo lo que nunca ha querido ser, o morir. Su plazo es de un día y la buena de Bonnie propone ayudarla para buscar otra opción. Pero como bien dice Damon, solo hay dos opciones y no existe la puerta numero tres. Mientras tanto, Elena sufre las consecuencias de la transformación. Por un lado, siente unas incontrolables ganas de beber sangre sumado a la repugnancia que le produce la comida normal. Por el otro, comienza a recordar todo aquello que le fue borrado por Damon, como su primer encuentro o la declaración de este. Todo esto confunde a Elena, que se supone que había elegido a Stefan y, aunque dice que no se arrepiente de ello, todo está por ver. Se que hay muchos que prefieren a Stefan, pero yo soy fiel a Damon- Elena. Que si, que Stefan es el buenecito, el del amor puro, pero es de lo más aburrido, un Edward Cullen cualquiera. Damon tiene personalidad y es fiel a ella, si hay que ser egoísta, se es, porque no todo es ser noble y así se lo deja claro a Elena. Aquí me sale la faceta adolescente y, por favor, que Elena se decante por el hermano mayor.
Dejando esto atrás, vamos con otro tema importante. En el último capítulo, Alaric les desvelaba a los miembros del consejo que en el pueblo habitaban vampiros y hombres lobo. Así que, nada más y nada menos que el cura se decide a crear una especie de grupo caza-vampiros para acabar con todas las criaturas no humanas. Las primeras en caer son Caroline y Rebekah. Tyler también está en peligro, pero recordemos que ya no es él, si no Klaus y en cuanto se entera de que tienen a Caroline va a salvarla. Muy feo por su parte salvarla a ella y dejar a su hermana en la estacada algo que después ella le reprochará con toda la razón. Un momento que nos demuestra el gran personaje en el que se ha convertido Rebekah y el gran trabajo de la actriz, que se aleja mucho de su paso por H2o. Volviendo al tema, Elena, Stefan y Rebekah acaban encarcelados, con la primera a punto de morir por no beber la sangre para completar la transformación. pero, ¿que sería de la temporada sin Elena convertida en vampiro? Así que, un puñetazo por aquí, una llave por allá y uno de los guardias acaba desangrándose, Elena bebe y se convierte. Será interesante ver como se comporta a partir de ahora y como cambia su forma de ver las cosas.
La trama de Bonnie ha sido un tanto extraña. Lo de Elena no ha funcionado, claro está. Pero cuando Klaus le pide que le devuelva a su cuerpo original parece que esa manía de jugar con la muerte le juega una mala pasada y se acaban cargando a su abuela. Lo que he sacado en claro es que Klaus ha vuelto, y no es por desmerecer a Michael Trevino (Tyler), pero el personaje está hecho a la medida de Joseph Morgan.
Finalmente, acabo nombrando la escena final. No me la esperaba en absoluto. El cura, como si de una secta se tratase, decide matar a un buen puñado de ciudadanos, incluyéndose a él, por el fracaso a la hora de cazar vampiros. No me lo esperaba para nada. Claro, una vez que ves al hombre abriendo el gas, te haces cierta idea, pero durante el capítulo pensé que íbamos a tener cura para rato. Tampoco lo lamento, me caía gordo y solo haría que estorbar. Aún así está claro que los problemas no van a acabar ahí, pues ya sabemos que un nuevo villano está a punto de aparecer. Un buen principio de temporada que promete. Aquí dejo la primera promo del segundo capítulo:
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