'Como conocí a vuestra madre' está suponiendo todo un torbellino de acontecimientos en sus primeros capítulos. Todos sabíamos que de alguna forma Barney tenia que romper su compromiso con Quinn para dejarle así la vía libre para acabar con Robin. Pero la semana pasada nos llegaba la noticia de que Robin estaba saliendo con Nick. Me pareció algo demasiado repentino puesto que ya se nos avisó hace unas temporadas que Robin saldría con ese chico, el mismo que conoció el día que Ted se compró sus botas rojas. Por ello esperaba un poco más de historia, de como se conocieron y empezaron a salir. Pero en lugar de ello nos lo han presentado como algo completamente normal. En definitiva, el verano del amor acaba y con ello empiezan los problemas.
Así comenzamos el repaso del segundo capítulo titulado "The Pre-Nup" o lo que es lo mismo, contrato prematrimonial en español. Como ya he dicho, en este capítulo una pareja rompía su relación de forma irrevocable. Lily y Marshal, tal y como dice Ted, no iban a ser. Así que nos quedaban tres parejas candidatas. Estaba más o menos claro que serían Barney y Quinn los que romperían puesto que tenían que hacerlo si o si en algún momento de la temporada. Aún así nos han querido mantener en un cierto misterio durante el capítulo a raíz del contrato prematrimonial que Barney quiere hacerle firmar a Quinn. Esto hace que las demás parejas empiecen a pensar en lo que les molesta del otro.
Así pues, por un lado tenemos a Ted y Victoria. No acabo de entender porque ha vuelto el ex prometido de Victoria. Meterlo en casa no es algo que tenga demasiado sentido por muy deprimido que esté. Aún así, me ha parecido de lo mejor del capítulo. Su manía de ver series desnudo, o sus infinitas crías de hurón me han sacado más de una risa. Pero Victoria solo piensa en que es un estorbo y que Ted es demasiado bueno con él. Adorable Ted.
Por otro están Robin y Nick. Las fantasías sexuales de Robin sabíamos que eran extrañas, pero no hasta este punto. A la mujer le gusta practicar sexo mientras se ve a sí misma en la televisión y no solo eso, su yo del informativo le guiña el ojo a su yo futuro para su satisfacción. Esto desconcierta a Nick, que no sabe porque enciende la televisión cada ve que están al tema. Aunque al final parece que lo encaja perfectamente incluso legándole a gustar. Demasiado me gusta este personaje, aunque no hable demasiado. Algo feo tendrá que pasar para que Robin rompa con él.
Finalmente tenemos a Quinn y Barney. La pareja rompe su compromiso por la falta de confianza que demuestran el uno por el otro. Tanto Barney como Quinn hacen un contrato prematrimonial con algunos de las normas más buenas que he visto. Me gusta la de Quinn, que quiere quedarse con todos los trajes de Barney únicamente para verlos pasar de moda. Muy cruel todo. Esta chica también se ha ganado un hueco en la serie y es una verdadera pena que se vaya tan pronto. Pero la suerte está echada y es lo que hay. Me ha gustado ese pequeño paso al futuro en el que Barney está completamente seguro de su compromiso con Robin.
Con esta premisa empezamos el tercer capítulo. Titulado "Nannies" no deja mucho lugar a la imaginación. Efectivamente, de ello va la cosa y aunque al principio pueda parecer que la cosa concierne solo a Marshal y Lily no es así. ¡Barney Stinson vuelve a estar soltero! El terror de las jóvenes de Nueva York está libre y buscando victimas para una regreso triunfal. Pero no lo tiene nada fácil si consideramos que ha utilizado todas las artimañas habidas y por haber para llevarse a la cama a cualquiera. Esto le supone un dilema y crea una estrategia bestial: engañar a todas las niñeras de buen ver de la ciudad. Y lo consigue, vaya si lo consigue. Pero esto no les sienta nada bien a Lily y Marshal puesto que el rubio les está quitando a todas las niñeras. Antes de nada he de decir que me alegro de que haya vuelto el padre de Lily. Es un personaje de lo más extraño que le da juego a sus tramas, aunque al final se vuelva todo un poco pastelón, algo demasiado frecuente últimamente. Volviendo a Barney, finalmente se arrepiente y decide pagarles la super niñera-viejuna de sus sueños. Pero ¡ay! la despedida. Lily se ve incapaz de dejar a su retoño con una desconocida. Esto nos lleva a lo más extraño del capítulo. Barney acaba acostándose con la adorable niñera-viejuna como reto personal donde los haya. De verdad que no me lo esperaba. Reconozco que me he reído, durante un buen rato además, pero en frío he pensado que es algo que no le pega absolutamente nada y menos el repetir. Ha sido un tanto...tenebroso. Lo que si le ha sido bien merecido ha sido la venganza que han llevado a cabo las niñeras. Para que luego digan que el karma no existe.
Acabo con una breve descripción de la otra trama del capítulo. Digo breve porque me ha parecido de lo más flojo. Me ha dado la sensación de que se lo han sacado de la manga de una forma un tanto chapucera. Así de golpe y porrazo hacen de Nick un sensiblero y de Victoria una vaga más bien guarra. Además la rivalidad que muestran Robin y Ted no me ha parecido ni gracioso ni tan siquiera importante. Lo único que he sacado en claro ha sido, de mano del futuro Ted, que en un mes las dos relaciones estarán acabadas. Solo espero que no estropeen los personajes de Nick y Victoria con la ruptura como hicieron con Nora, a la que llegué a tener cierta antipatía.
En definitiva, dos capítulos normalitos. Sigo en mis trece en mi convicción de que esta debería ser la última temporada. Como mucho una novena con la mitad de capítulos o algún apaño, pero alargar la serie por 40 episodios más solo va a hacer que haya más y más capítulos de relleno.
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